Team building
Team + Building = Construyendo Equipo
El término teambuilding se remonta a la década de los años ’20, cuando el psicólogo australiano Elton Mayo comenzó a estudiar la relación entre el ambiente laboral y la productividad. De esta experiencia nació la idea de “construir equipo” y, de fomentar la colaboración de los participantes en la actividad en beneficio de un bien común, tanto a nivel individual como para la empresa a la que pertenecen. Se demostró que invertir en capital humano ofrece un retorno positivo y duradero para las empresas con un importante incremento de la motivación, fidelización y cohesión de los empleados.
Pero no todo parece positivo, en tiempo de crisis son muchas las empresas que piensan que se está derrochando el dinero en una actividad lúdica donde todos se lo pasan bien pero no se consigue nada. Después de todo, ¿qué necesidad hay de motivar a unos trabajadores que se contentan con mantener su puesto de trabajo, y más sabiendo que hay una larga lista de candidatos dispuestos a reemplazarles a la mejor oportunidad?
Pero ahí está el error. Conforme la economía vuelve a crecer renace la necesidad de retener a los mejores trabajadores y asegurarse de que la plantilla es la más productiva posible. Cada vez más empresas invierten en este tipo de actividades como un camino eficiente para mejorar el estado de ánimo del equipo, desarrollar relaciones de confianza, fomentar la creatividad, hacer crecer las habilidades de gestión y liderazgo y mejorar en la capacidad de resolver problemas.
Ahora en el siglo XXI, las nuevas generaciones de trabajadores tienen diferentes inquietudes como las relacionadas con la sostenibilidad o la salud (tanto física como mental), mayor ansia de vivir experiencias y una disposición natural a convivir con los últimos avances tecnológicos.
Si la actitud de las empresas y el interés de los trabajadores ha cambiado en los últimos años, es natural que las actividades de teambuilding también evolucionen para adaptarse a esos nuevos requisitos y preferencias. Éstas son algunas de las tendencias clave que están definiendo nuestras actividades:
1.- Concentración
Una actividad intensiva, de una o dos horas de duración, permite a los participantes desconectar totalmente de la sesión de trabajo y centrarse en el reto que se les plantea, sin distracciones, y volver a su puesto con energía renovada. “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
2.- Equipos más pequeños
Cuando el equipo es reducido resulta más fácil conseguir su implicación o engagement.
3.- Teambuilding responsable (RSC)
La satisfacción para los participantes en este tipo de actividades es doble: por el logro personal conseguido y por el impacto positivo que puede tener en otros.
4.- Salud y bienestar
Las actividades al aire libre se aprecian cada vez más, sobre todo cuando se trata de llevar al grupo a un entorno natural donde pueda desconectar totalmente, disfrutar del paisaje y relajarse.
5.- Inclusión
Una actividad de teambuilding no es efectiva si no participan todos.
6.- Gamificación
O ludificación, supone la integración de técnicas y dinámicas propias de los juegos a actividades cotidianas, con el fin de potenciar la motivación.
7.- Nuevas tecnologías
La tecnología ha facilitado el desarrollo de muchos de estos juegos; los deportes electrónicos o e- sports, con competiciones de videojuegos de múltiples participantes, se han puesto de moda.
8.- Experiencias inmersivas
Que los participantes sean transportados a un mundo diferente donde han de adoptar otra personalidad y salir de su ámbito habitual también figuran entre las posibilidades que más despiertan interés y fomentan la imaginación.
9.- Cultura corporativa
Las empresas también buscan incorporar sus propios valores y mensajes corporativos en estas actividades. Si se hace de un modo sutil, esto ayudará a reforzar la relación con sus empleados y hacer que éstos sean más leales.
10.- A menor presupuesto, mayor creatividad
Ajustarse a presupuestos más reducidos ayuda a inyectar más dosis de creatividad en la elección de la ubicación, la personalización de las actividades y el propio contenido y diseño de las mismas.
A todas estas tendencias y actividades tenemos que añadirle nuestro ingrediente especial: el hecho de estar y hacerlas en un espacio natural aumenta las emociones positivas, reduce la ansiedad y el estrés. En definitiva, es relajante y beneficioso para la salud física y mental de los trabajadores.
TEAMBUILDING EFECTIVO
Las opciones son infinitas, pero los objetivos son siempre los mismos: la cohesión y colaboración entre los miembros del equipo, una mejor relación entre los participantes basada en la confianza y una motivación. En definitiva, participantes felices que se sienten apreciados y por ello más leales a su empresa y más productivos.
Pero el teambuilding no siempre es efectivo. No es una solución mágica, y no funcionará si no se tiene claro para qué se organiza y se analizan los resultados. La oferta se ha de renovar constantemente para mantener el interés de clientes existentes y atraer a otros nuevos, incorporando las últimas tendencias o las actividades de moda.
No se trata de “cumplir” organizando un día de actividades al año para toda la plantilla. Si el presupuesto lo permite, es preferible que haya sesiones regulares, aunque sea en grupos pequeños o duren solo unos minutos. Lo importante es que haya un esfuerzo constante, porque un buen equipo se construye día a día, no en dos horas de diversión.
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